17.6.09

TESTIMONIO


Fue en 2004, en un Congreso de SUTEBA. Una joven estudiante, hablante de quechua, nos daba este testimonio sobre su paso por la escuela en el Gran Buenos Aires, Argentina, ese país al que alguna vez se lo llamó "crisol de razas". Cliquear sobre título para artículo completo

2 comentarios:

Juan Carlos dijo...

lA MIRADA LINGUÍSTICA PLASMADA EN ESTE ARTÍCULO DEJA UNA SENSACIÓN INTERIOR DE DESGARRAMIENTO, SUFRIDO POR AQUELLOS HABLANTES QUE PERMANECEN COACCIONADOS EN SUS EXPRESIONES LINGUÍSTICAS.
Hablantes a los cuáles se les niega la posibilidad de ser plenamente humanos, y aquí viene la pregunta:¿Puede alguien ser plenamento humano sin la posesión de su lengua? Aquella que se vincula con su esencia y con su modo particularísimo de estar en el mundo. Juan Carlos

Nora Buich dijo...

"Creo que debe haber escuelas bilingües y que los profesores deberían capacitarse para entender otras lenguas. Además deberían aceptar que todas las personas no son diferentes aunque su color sea distinto, su forma de vestir, etc. Y que no hay que mirarlos como bichos raros ya que tienen sentimiento como todo ser humano."
Reproduzco el último párrafo del testimonio y me hago, y les hago estas preguntas: No hay una mirada censuradora hacia l@s jóvenes en las escuelas por su manera de hablar, (aunque no sea el quechua), por su manera de vestir, por ser distintos a nosotros los profes o maestros? No los miramos como si fueran bichos raros porque no se expresan en el mismo código que nosotros? Hay que corregir porque hay error o estamos censurando otras formas de expresión? La maravillosa idea de la diversidad navega en los discursos y en los cursos del CIE. En las aulas y en los patios todavía pesan (demasiado)el modelo de alumno ideal,el ritual, la rigurosa academia y el análisis sintáctico .